ITD. Capítulo I

Capítulo.1 Artículo mágico

«Si alguien me hubiese advertido que el amor es un verdugo, tal vez, sólo tal vez hubiera evitado tal sentimiento…»

Mirotic, 28 de septiembre, diario de Kim Jaejoong

Yo compartía habitación con Jung Junsu, hermano del insoportable Jung YunHo y debo aclarar que no es posible que sean hermanos, Junsu es un amor de persona, su hermano es un mal criado. No lo sé, tal vez yo tenga un Jung radar con el cual yo sea un imán de Jung, si todos fueran como Junsu no me quejaría ni nada, pero con eso de que tengo a Jung YunHo y a Jung ChangMin como compañeros de clase y ambos son un dolor de cabeza, Jung ChangMin prácticamente me declaró la guerra intelectual mientras que Jung YunHo me declaró guerra mágica. ¡Por qué me pasa esto a mí! Lo peor de todo fue que HeeChul se estuvo riendo todo el primer mes de que tuviera a los “reyes” de reyes tras de mí. Lo cual no es verdad, sólo me quieren molestar.

Como sea, Junsu y yo fuimos con HeeChul y Kibum a la tienda de magia, ellos decidieron acompañarme para ver con qué artefacto funciono mejor, Junsu tiene un báculo, HeeChul y Kibum tienen baritas y hoy es viernes.

      —Apuesto que el artefacto de Jae será un báculo, él se verá bien genial portando uno. – dijo Kibum, yo sólo reí porque si comenzaban con las apuestas significa que me van a estar molestando lo que resta del camino.

      —Pues yo creo que sería mejor un libro, ya que Joongie siempre anda con un libro en la mano. – comentó Junsu riendo.

      —¡Eso no es verdad! – dije mostrando el libro que tenía en la mano, los otros tres me miraron al punto de contener grandes carcajadas. Es verdad, siempre tengo un libro en la mano. En este momento estoy leyendo “Las crónicas de un joven mago” es muy interesante aunque no tanto como el anterior que leí.

      —Yo creo que Jae tendrá un anillo, ya saben, cuando él descubrió su magia alzó las manos como para defenderse.

      —¡Oh es verdad! Tiene que ser algo en las manos que sea muy práctico.

      —Como sea chicos, ya veremos lo que sea mejor para mí. Dejen de apostar con todas mis acciones o terminarán apostando toda mi vida, además no creo que sea muy interesante el objeto que me vaya mejor. Por otra parte Chul, ¿ya estás saliendo con Choi Siwon?, un pajarito me dijo por ahí que te gusta

      —Deja las drogas mi querido Jae, mira que hablar con animales…

      —No te hagas Chul, y mejor dime que estoy curioso.

HeeChul nos explicó que él y Siwon posiblemente lo iban a intentar, yo sólo puedo ser feliz por él, HeeChul se merece lo mejor y si va a salir con alguien, me alegro por él. Aunque por otra parte eso significaría que tengo que verle más tiempo la cara a Jung. ¡Ah! De sólo pensar en ese imbécil me duele el estómago.

Choi Siwon es el otro amigo de Jung, aunque de él no sé mucho, pues siempre anda en la cancha de duelos, eso es como un deporte aquí, y Siwon es muy bueno en eso, combate.

Lo único bueno de todo esto es que Jung se va en dos años de aquí, mientras que a mí me faltan cinco años, pues acabo de entrar. Mi compañero de cuarto además de Junsu claro, es Shirota Yuu, es un poco reservado, pero es muy agradable, él sí es japonés, y me gusta hablar con él en ese idioma pues siento que tengo más privacidad con él. Es agradable, aunque no comparto ninguna clase con él.

      —Mira a quién tenemos aquí, ¿Kim vienes a robar? Esta tienda es muy cara para alguien como tú. – no necesito verle la cara para saber quien me acaba de decir tan hermosas palabras.

      —Hermano, deja a Joongie en paz. - ¿lo ven? Junsu es un ángel. – respeta a mi amigo y discúlpate.

      —Mira Jung Junsu, no sé qué acto de caridad estés haciendo, pero deberías alejarte de ese tipo de gente, no te viene nada bien, es más, desde que quedaste en la sección de los perdedores te has vuelto muy rebelde.

      —Yun… - Junsu iba a seguir defendiéndome, pero yo sé como callar al niño mimado.

      —Lo siento majestad Jung, pero sino mal recuerdo, tu no trabajas y eres un mantenido. Así que hasta que no heredes el puesto de tu padre, prácticamente no eres nadie, así que deja de estar chingando y vete a jugar a ser el niño rico y mimado que eres, que por ahora el único lujo del que gozas es tu apellido. – sé que el sarcasmo es una virtud de doble filo, funciona muy bien, pero te puede traer problemas.

      —Jae, le vas a provocar un tumor al pobre de Jung, déjalo, no vaya a ser que te demande por decir verdades. – dijo HeeChul riendo mientras caminaba hasta Siwon, él en cambio de ChangMin y de otro, estaba riéndose de lo que había dicho.

      —Kim, me caes bien. – me dijo, vaya, debo de tener cara de estúpido en este momento, es la primera vez que él me dirige una palabra.

      —Gracias, supongo.

      —Hey, prohibido coquetear con mi mejor amigo. Podemos tener un trío pero hasta aquí. – mencionó HeeChul. Mi cara tuvo un tono muy rojo en las mejillas.

      —Lo tomaré en cuenta, tal vez sea interesante

      —Por favor no. – dije apenado.

      —Bueno ya, vamos por tu artefacto Jae. – dijo Kibum emocionado. Me olvidé completamente de Jung YunHo hasta que vi que Junsu tenía los brazos cruzados.

      —Junsu, déjalo, quién sabe, tal vez le guste a tu hermano y esa sea la forma en que me lo demuestra. – le dije con un pequeño toque de burla.

      —Ya quisieras que pusiera un dedo sobre ti, pero que mala suerte, ni borracho le pondría un dedo a gente como tú.

      —Y eso me alegra, no quisiera atraer estúpidos malcriados como tú. – nos miramos con odio y Junsu suspiró.

HeeChul se despidió de Siwon y de ahí entramos a la tienda de artefactos mágicos, bien quiero aclarar que sé que soy tan perfeccionista que hasta en mi diario escribo todo detalladamente y con todas las reglas de redacción que me sé, pero bueno lo hago más entendible para mí. Estuvimos mirando todo tipo de cosas, desde anillos hasta ropa mágica, y de verdad que nada me hacía sentir cómodo. El señor Bae estaba de unos 45 años y me miraba divertido, parecemos chicas escogiendo ropa para una fiesta porque nada me gusta y lo que me gusta no me queda. Vaya suerte.

      —Jaejoong tengo algo que quizá te quede y no sea estorboso. – el señor Bae me miró como si fuera su hijo, tenía esa aura rara que sientes cuando un padre te mira con amor, bueno yo no lo he sentido con mis verdaderos padres, o tal vez sí pero como era un bebé ya no lo recuerdo. Pero lo sé porque así mira Hyun Joong a HeeChul y a mí.

      —¿Qué es señor Bae? – caminé hasta él y con un ademán me dijo que lo siguiera, todos mis amigos me siguieron como la bola de chismosos que son, y aunque no lo crean, hasta a Junsu le gusta el chisme.

      —¿Conoces la historia de la Dama del Sueño?

      —No, lo lamento.- respondí.

      —¡Yo la conozco! – dijo Junsu con emoción, nos sentamos todos en la oficina del señor Bae y Junsu comenzó contando la historia con un aire de suspenso.

Hace muchos años, en un pequeño pueblo del antiguo Imperio coreano, había una joven de belleza extraña, pues no era llamativa pero tenía un encanto que sólo lo notaron pocas personas. Ella era rechazada porque era mitad humana y mitad bestia. Un día un joven que iba pasando por ahí se encontró con Lily, la joven, y la encontró hermosa, la cortejó y Lily se enamoró profundamente. El joven no era nada más ni nada menos que el heredero al trono del imperio, y cuando se enteró de la naturaleza de Lily, la rechazó, la trató mal y fue muy cruel con ella. Y se marchó, ella, abrumada con lo que había sucedido fue hasta un árbol cerca del río, se acostó y miró sus guantes azules. Se corría el rumor, de que sus guantes le ofrecerían un deseo, y ella pidió dormir, dormir y nunca despertar, y que si por alguna razón despertaba, jamás poder recordar.

      —¿Qué más pasó? – pregunté emocionado, la verdad era que me interesaba mucho, esa historia tiene que estar más detallada, tener un libro, luego preguntaré.

      — Aquí viene la mejor parte, no seas impaciente.

Pasaron meses de que el heredero había abandonado a Lily, y estaba tan arrepentido por todo lo que le dijo e hizo que fue a buscarla. Cuando llegó al pueblo preguntó por ella, pero nadie sabía nada, pues a nadie le interesaba saber realmente; desesperado recorrió todo el lugar y no fue hasta que una niña pequeña se le acercó. “Lily es tan bonita, y duerme mucho, parece una princesa” le dijo la pequeña, él desconcertado le preguntó si sabía dónde estaba. Ella sonrió y se fue corriendo a lo que el heredero la siguió. Llegaron hasta el lago y fue ahí cuando la vio. Corrió hasta ella y le dio un fuerte abrazo, le susurró palabras de disculpa una y otra vez hasta que notó que ella sólo dormía, como si no sintiera nada. La sacudió y le habló, pero ella jamás despertó. La llevó a su castillo, pero ningún médico pudo despertarla; un día un mago apareció frente a él y le dijo que la clave eran los guantes. El heredero pidió que Lily despertara, pero cuando lo hizo, Lily lo veía con terror, no lo recordaba y a los cinco días se suicidó.

Devastado y sin esperanza, el heredero vivió una vida llena de culpa y remordimientos, tiempo después, durante una guerra mágica, el heredero fue asesinado. Y se dice que su alma sigue buscando a Lily, porque se dio cuenta muy tarde del amor que sentía por ella.

      —Dios estoy llorando. – Kibum abrazaba a HeeChul lleno de lágrimas, y yo me quedé pensativo, el heredero fue un completo imbécil, se lo tenía merecido.

      —Pero ¿qué tiene que ver la historia? – pregunté.

      —Las historias que se cuentan son reales, joven Jaejoong. Y los guantes existen. – dijo y no fue hasta unos segundos después cuando me di cuenta del significado.

      —¿Me está diciendo que me va a vender los guantes? – dije asombrado.

      —Lamentablemente sólo tengo uno, el de la mano derecha y no te lo voy a vender, te lo voy a regalar, desde niño, cuando me contaron la historia, deseé conocer al portador de los guantes, y si eres tú compatible con uno de ellos, quiero que lo tengas.

      —¿Qué pasó con el otro?, el de la mano izquierda. – Junsu preguntó.

      —No lo sé, mi padre nunca me dijo qué pasó con el otro. Pero – Bae se levantó de su silla y sacó una llave colgada de su cuello y la introdujo en una puerta, todos entramos y al final del cuarto, ahí estaba, un guante color azul celeste que brillaba levemente. – como no creí vivir para este momento, quiero verlo. Algo me dice que eres tú.

      —¿Cómo sabremos si soy compatible?

      —El guante se te pegará como una segunda piel. Por ahí dicen que al inició duele pero que luego sigues con tu vida normal, también dicen que el guante sólo se puede quitar si su portador renuncia a él o sólo si muere. La verdad no lo sé, y estoy emocionado. Vamos Jaejoong acércate y pon tu mano frente al guante, si te rechaza saldrás volando y aquí te atrapamos.  – eso no sonó nada alentador, me acerqué y escuché una voz que me decía “nos estamos muriendo, ya casi no hay tiempo, nos estamos muriendo, nos estamos muriendo, el tiempo se acaba.” Luego de escuchar eso me desmayé.